sábado, 4 de abril de 2020




Plataformas en la WEB para trabajar de modo colaborativo

Edmodo. Plataforma educativa que permite compartir documentos e información y comunicarse en un entorno privado, a modo de red social. 
Recursos para comunicarse, debatir y colaborar
Blogger. Herramienta de creación de blogs de Google, sencilla y eficaz, para todo tipo de usuarios.
 Word Press. Una de las herramientas de creación de blogs más completas, ya que permite personalizar y adaptar la bitácora a las necesidades de cada usuario.
Tumblr. Plataforma de microblogging centrada sobre todo en la imagen, aunque permite también incluir textos, videos, enlaces o audios.
 Wikia. Sitio web que permite al usuario crear de forma sencilla su propio wiki en el que incorporar contenido de forma individual y colaborativa.
Herramientas para compartir archivos
 Dropbox. El servicio de almacenamiento en línea más utilizado, para guardar todo tipo de archivos. Ofrece la posibilidad de crear carpetas compartidas con otros usuarios y conectarse desde distintos dispositivos mediante apps.
 Google Drive. Almacenamiento en la nube de 15 Gb, para guardar y compartir todo tipo de documentos y carpetas. Disponible como aplicación para móviles y tabletas. Además, permite editar directamente los documentos en línea con Google Docs.
WeTransfer. Una forma sencilla de enviar documentos, especialmente de gran tamaño (hasta 2 Gb), a cualquier usuario a través de un enlace por email. Los archivos no se almacenan, solo se conservan durante unos días y después se borran.
Jumpshare. Espacio online para subir archivos en alta calidad sin que se pierda información y compartirlos con quien se quiera. 


domingo, 22 de marzo de 2020

domingo, 15 de marzo de 2020

modernidad liquida


postura en torno a una investigación en curso acerca de la modernidad liquida y la globalizacion como referentes primarios de las emergencias que la sociedad moderna esta percibiendo, viviendo y enfrentando

domingo, 23 de febrero de 2020


JERARQUÍA DE VERDADES
NDC
 
SUMARIO: I. Significado y novedad de la formulación del Vaticano II. II. La tarea más urgente. III. Aplicación en el campo de la catequesis: 1. Aplicación minimalista a la catequesis; 2. Aplicación maximalista a la catequesis.

1. Significado y novedad de la formulación del Vaticano II
El Vaticano II afirmó oficialmente la existencia de un orden o jerarquía de verdades dentro del mensaje cristiano. El decreto sobre ecumenismo habla de «la forma de expresar y exponer la fe», y afirma: «En el diálogo ecuménico, los teólogos católicos, fieles siempre a la doctrina de la Iglesia, deben seguir adelante con amor a la verdad, con caridad y humildad, investigando juntamente con los hermanos separados los divinos misterios. Al confrontar las doctrinas, recuerden que existe un orden o jerarquía en las verdades de la doctrina católica, porque es diversa su conexión con el fundamento de la fe. Así se preparará el camino para estimularse todos, en esta fraterna emulación, a un conocimiento más profundo y a una manifestación más clara de las riquezas insondables de Cristo» (Unitatis redintegratio 11).
Antes de concretar el significado del principio de la jerarquía de valores es preciso hacer dos puntualizaciones:
a) El contexto del principio formulado es ecumenista; no sólo se halla dentro del documento ecuménico del Vaticano II, sino que, además, el mismo párrafo que contiene la declaración de la jerarquía de verdades habla expresamente de un quehacer ecuménico por parte de los teólogos de las diferentes Iglesias: «en el diálogo ecuménico, los teólogos católicos... investigando juntamente con los hermanos separados... Al confrontar las doctrinas... Así se preparará el camino para estimularse todos, en esta fraterna emulación, a un conocimiento más profundo...».
El principio de la jerarquía de verdades, sin embargo, rebasa en realidad el marco ecumenista en el que aparece formulado, de modo que incide determinantemente en los diversos tratados, tanto de teología sistemática como de teología aplicada.
b) El término verdades, si bien tiene una sobresaliente carga noética, cognoscitiva, apunta también a otras dimensiones reales del ser humano (dimensión axiológico-activa, dimensión utópico-imaginativa y dimensión social), ya que se trata de verdades o realidades relacionadas con el fundamento de la fe, Jesucristo; esto es, con una realidad personal divino-humana que, además de ser la verdad, es también el camino y la vida. Esta amplia significación personal del término verdades explicaría el hecho de que no sólo se habla entre teólogos y catequetas de jerarquía en la esfera conceptual del hombre creyente (jerarquía de verdades), en su esfera utópico-cultual (jerarquía de sacramentos), sino también en su esfera activo-moral (jerarquía de mandamientos) y, finalmente, en su esfera socio-institucional (jerarquía de autoridades).
¿Cuál es el significado de la jerarquía de verdades proclamada por el Decreto sobre el ecumenismo? El Vaticano II afirma que las diversas verdades de fe forman un conjunto unitario y jerarquizado. Jerarquizado, porque existe una verdad o realidad de tal importancia, que constituye el fundamento de la fe, en relación al cual las restantes verdades o realidades quedan ligadas y ordenadas entre sí, según sea su conexión con el fundamento de la fe.
En cuanto a la identidad del fundamento de la fe, el documento conciliar no pronuncia directamente el nombre de Jesucristo. Semejante indeterminación puede ser debida, quizás, a que el Concilio no ha querido decantarse ni por el teocentrismo ni por el cristocentrismo. De todos modos, a renglón seguido, el n° 11 del Decreto habla de «las riquezas insondables de Cristo» (Ef 3,8), en claro paralelismo con el precedente fundamento de la fe. Aquí es donde radica la novedad de la declaración del Concilio acerca de la jerarquía de verdades.
Dentro de la religión católica, siempre se han diferenciado dos órdenes de verdades o de realidades reveladas: 1) las pertenecientes a la revelación y salvación llevadas a cabo por Dios en su Hijo amado Jesucristo (verdades cristológicas, o verdades de primer orden, o verdades de centro), y 2) las verdades referentes al resto de los seres humanos, llamados a participar, por medio de Jesucristo, en la vida propia de Dios (verdades antropológicas, o verdades de segundo orden, o verdades de pericentro).
Naturalmente, en este segundo orden hay tal cantidad de verdades o realidades y de categoría tan desigual, que no es fácil enunciarlas todas, y menos aún saber jerarquizarlas debidamente. Las dificultades se multiplicaron cuando a partir del siglo IV se produjo un incremento multitudinario de fieles cristianos, incorporando cada uno de ellos a la Iglesia las creencias de sus respectivas religiones. La Iglesia se vio impelida por las circunstancias a adoptar un método sencillo y eficaz para la gente, a la hora de proclamar los contenidos del mensaje cristiano: el método de la autoridad de su magisterio supremo. La jerarquía de verdades se fue así desligando poco a poco del criterio intrínseco de su conexión con Jesucristo, tal como hasta entonces se venía haciendo en las confesiones de fe del Nuevo Testamento, de la liturgia, de los credos primitivos... y pasó a depender más y más del criterio extrínseco de la autoridad del magisterio eclesiástico1.
Esta manera de entender y de aplicar la jerarquía de verdades, a la luz de la autoridad de la Iglesia jerárquica, comporta serios peligros: uno de ellos, el de llegar a pensar que cuanto más solemnemente sea declarada alguna verdad por el magisterio de la Iglesia, tanto más debe ser creída con fe divina y católica por los fieles2.
Valorar la categoría de una verdad por el criterio exterior de la autoridad eclesiástica puede causar otro peligro más grave todavía que el anterior: el peligro de desplazar la atención de los cristianos hacia las verdades o realidades de segundo orden, en lugar de mantener las mentes y los corazones centrados en Jesucristo, que constituye el núcleo vivo de la revelación de Dios3.
Pues bien, el Vaticano II, en el n° 11 del Decreto sobre el ecumenismo, opta por volver al criterio cristológico, que es el criterio de la religión cristiana, el criterio seguido por el Nuevo Testamento en sus múltiples y variadas confesiones de fe: la persona y obra salvíficas de Jesucristo. Por otro lado, el criterio jerarquizador de las verdades o realidades cristianas, Jesucristo, restablecido por el Vaticano II, es un criterio objetivo e intrínseco a las diferentes verdades: su mayor o menor importancia reveladora no depende del modo más o menos solemne de pronunciarse sobre ellas por parte del magisterio de la Iglesia, sino de su relación con Jesucristo, que es para los creyentes la suprema Verdad salvífica.

II. La tarea más urgente
El decreto ecumenista ha dejado definitivamente zanjados estos dos puntos: 1) que en el conjunto de la doctrina católica existe un fundamento o un centro personal, que es Jesucristo; y 2) que el orden que ocupan las múltiples verdades reveladas en el cuerpo doctrinal depende de su diversa conexión específica con Jesucristo, Verdad salvífica por excelencia, y no del grado de autoridad con que han sido formuladas.
Lo que no se nos aclara en el texto conciliar es cuántas clases de verdades reveladas hay y cuál es su relación específica con Jesucristo. Dilucidarlo es la tarea más inmediata y urgente que los teólogos y catequetas tienen en la actualidad, después del pronunciamiento hecho por la Iglesia en el Decreto. He aquí algunas pistas para dicha labor.
a) En términos de revelación de Dios a los hombres, Jesucristo es su máxima realidad y expresión: «De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo» (Heb 1,1-2)4. Siendo la plenitud definitiva de la comunicación salvadora de Dios a los hombres, Jesucristo no debe ser considerado simplemente como el mayor revelador de Dios, el Primero, sino el mismo Dios revelado, el fundamento o centro de la manifestación soteriológica de Dios, lo cual es mucho más.
b) Inmediatamente alrededor de este centro vivo y personal del mensaje revelado, se alinea toda una serie de verdades o realidades que tienen que ver con la comunidad de creyentes que llamamos Iglesia, animada y guiada por el espíritu de Jesús resucitado. Las verdades salvíficas que la Iglesia confiesa creer, a la luz de Jesucristo, sobre Dios y sobre el hombre cristiano (su condición de hijo adoptivo de Dios, sus esperanzas históricas y su esperanza escatológica, la oración y los sacramentos, el estilo de vida, el compromiso social y político, la solidaridad con los pobres...) son revelaciones pericéntricas pero de primera categoría, porque la Iglesia las profesa como esposa de Cristo, como cuerpo de Cristo. La conexión de estas verdades reveladas sobre la Iglesia con el fundamento de la fe, Jesucristo, es la máxima que puede darse entre las verdades denominadas genéricamente pericéntricas.
c) Después de esta revelación de Dios sobre la Iglesia como cuerpo de Cristo, tenemos las verdades o realidades pericéntricas de segunda categoría proclamadas por el credo israelita, también sobre Dios y sobre el hombre (su origen creado, su promesa de salvación, sus profetas, la ley, sus normas de conducta, el culto, la circuncisión...). Todas ellas pertenecen a una fase anterior y provisional de la revelación de Dios. La conexión de las verdades o realidades de la revelación del Antiguo Testamento con el fundamento de la fe, Jesucristo, es de una categoría inferior, preparatoria y pasajera, en comparación con la conexión de la fe de la Iglesia con Jesucristo acerca de Dios y de los seres humanos y su mundo.
d) Ya a otro nivel, de mucho menor relieve, se encuentran las verdades o realidades de la revelación natural o cósmica o creacional de Dios. Estas verdades son esas semillas del Verbo divino que Dios sembró como creador en todas las criaturas humanas. La Iglesia asume gustosamente cuantas verdades sobre Dios, la vida, la historia, la muerte... pueden ser descubiertas y profesadas por el hombre, a la luz de su mente y corazón creados por Dios. La Iglesia detecta, sobre todo en las religiones, la presencia esplendorosa de la Verdad divina revelada, a pesar de la coexistencia en ellas de confusiones y desviaciones. Ni que decir tiene que, al tratarse de una revelación pericéntrica de tercera categoría, su conexión con Jesucristo, el fundamento de la fe, es mucho más débil y esporádica que la que se da en el caso del Antiguo Testamento.
e) Tenemos, finalmente, otra clase de verdades pericéntricas: las verdades o realidades simbólicas5. El citarlas en último lugar no significa que su conexión con el fundamento de la fe sea la menos consistente y la de menos contenido sustancial. La razón de reseñarlas al final se debe a su particular naturaleza. 1) En efecto, los símbolos guardan estricta relación con el tema de la felicidad, más que con el tema de la verdad, aun cuando una y otra son caras distintas de la misma moneda. El deseo de ser felices es el deseo más universal y arraigado en el corazón de los hombres. Es, por otro lado, el impulso más trascendente, más religioso, más divino... que tiene el hombre dentro de sí en esta vida. Lo cierto es que nuestro deseo de felicidad no se sacia con ninguna de las realidades a la vista. Y es que la flecha de nuestro ser apunta vibrante al mismo Dios y no se detendrá en su vuelo hasta hacer diana en él6. 2) Un segundo rasgo específico de las verdades o realidades simbólicas consiste en el tipo funcional de pensamiento que interviene en su tratamiento: es el pensamiento simbólico o imaginativo, que conoce intuitivamente, y que es distinto del pensamiento racional o argumentativo, que conoce de un modo discursivo. El pensamiento humano en función imaginativa, acuciado por el ansia de felicidad, elabora leyendas, cuentos, sueños, arquetipos, epopeyas, utopías... y en ellas encuentra el hombre entretenimiento y solaz verdaderos, aunque inconsistentes.
¿Cuál es la conexión de las verdades o realidades simbólicas con Jesucristo, el fundamento de la fe? Ya se dijo que la revelación de Dios alcanza su identidad y plenitud en Jesucristo. Ahora bien, Jesucristo es una realidad personal divino-humana que no sólo responde íntegramente a las tres vertientes del ser humano (conocer-verdad, esperar-felicidad y actuar-amor), sino que lo hace sobreabundantemente, muy por encima de toda expectativa. En el caso del deseo humano de felicidad, Dios nos ha preparado y deparado en Jesús resucitado una felicidad que «ni el ojo vio, ni el oído oyó..., ni ningún hombre imaginó» (1Cor 2,9), una felicidad no a la medida oceánica de nuestro deseo, sino a la medida inconmensurable de la bondad de Dios. 1) La conexión, por tanto, entre las realidades simbólicas que tienen que ver con nuestro deseo de felicidad absoluta (victoria sobre la muerte, dominio sobre la naturaleza, señorío de nuestro cuerpo respecto del espacio y del tiempo, fraternidad entre todos los hombres, comunión real de vida con Dios...) y Jesucristo, causa y modelo de nuestra felicidad, es una conexión en primer lugar escatológica. Los símbolos son signos trascendentes que apuntan vagamente al tema de la felicidad plena. Decimos vagamente porque los hombres no somos capaces, entre otras cosas, de imaginar cómo se va a realizar concretamente dicha felicidad. La religión cristiana, en cambio, afirma que Dios se la ha concedido ya a Jesús de Nazaret mediante su resurrección de entre los muertos, antes de sufrir, en su caso, la corrupción de la muerte, y que nos la va a otorgar a nosotros también por medio de la resurrección, pero después de haber padecido nuestro cuerpo el dominio aniquilador, corruptor de la muerte. La realización plena y definitiva del deseo humano de felicidad se llevará a cabo según y gracias al acontecimiento de la resurrección de Jesús. La relación de las verdades simbólicas con Jesucristo es, por consiguiente, con Jesús en cuanto hombre resucitado, esto es, se trata de una relación escatológica. 2) Una segunda característica de la conexión entre las verdades o realidades simbólicas y Jesús resucitado, el primer hombre que ha alcanzado la felicidad suprema, es que se trata de una conexión sólo positiva de realidades. Esto quiere decir que, de las hipótesis reseñables de la situación última y definitiva de los hombres (hipótesis positivas: cielo, comunión de vida con Dios, con los bienaventurados del cielo, gozo...; hipótesis negativas: muerte definitiva, infierno, soledad, angustia...), nosotros, como cristianos, únicamente podemos afirmar con seguridad y con el mismo peso específico lo que personalmente ha tenido lugar en Jesucristo, que son precisamente los acontecimientos salvíficos de su resurrección, glorificación, entronización a la derecha del Padre...7.

III. Aplicación en el campo de la catequesis
Todos los catequistas reconocen la colosal incidencia de la actual cultura secular y secularizante en su tarea catequística; pero su manera de reaccionar ante el mismo fenómeno de la secularización es muy diversa, y a veces hasta opuesta: mientras unos buscan seguridad sólo en los cimientos de la casa de la fe, esto es, en Jesucristo, otros reafirman que se puede seguir viviendo seguros, como antaño, en los cimientos y en todas las estancias del edificio doctrinal cristiano. A propósito de la jerarquía de verdades, vamos a reseñar y a criticar a continuación tanto la postura minimalista en la aplicación del criterio cristológico a la catequesis como la postura maximalista.
1. APLICACIÓN MINIMALISTA A LA CATEQUESIS. En medio de la vorágine de la secularización, que amenaza con engullirnos a todos, también a los cristianos, muchos catequistas se fijan exclusivamente en Jesucristo, en la realidad más clara, intensa y definitiva de la divina revelación. Dejan de lado las restantes realidades humanas, incluso la maravillosa realidad de la revelación de Dios sobre la Iglesia, cuerpo de Cristo, porque no se fían de ninguna otra mediación entre Dios y los hombres que no tenga la categoría de Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Otra razón de peso para fiarse sólo de Jesús es que el Hijo humanado ha sido obediente a la voluntad salvífica del Padre más que ningún otro. Jesús es, también históricamente, el Hijo amado del Padre por su fidelidad plena, exquisita e irreprochable: «probado en todo a semejanza nuestra, a excepción del pecado» (Heb 4,15). Todos los demás, incluidos los hijos de Dios de la Iglesia, somos pecadores en mayor o menor medida. Nuestras obras de pecado no respetan ámbito alguno; alcanzan también al oficio de guardianes, intérpretes y transmisores de la palabra de Dios. Con el fin solapado de hacer triunfar nuestros intereses, ¿no presentamos más de una vez nuestras meras opiniones como si fueran verdades divinamente reveladas?
En la actual situación de crisis religiosa, muchos catequistas, como decíamos, seleccionan del cuadro completo de verdades solamente las verdades cristológicas, que ciertamente constituyen el fundamento de la fe, y son sin discusión las verdades más valiosas y seguras. Semejante interpretación minimalista de la jerarquía de verdades dentro del campo de la catequesis es inaceptable, por las razones que veremos a continuación.
a) En primer lugar, limitarse a las verdades o realidades cristológicas revela una actitud poco o nada humana, imposible de mantener. Porque, si bien la cristología es el centro, el fundamento de la fe, no es toda la fe, y nosotros no podemos darnos por satisfechos con conocer el quehacer y destino excepcionales de Jesucristo. Nos interesa sobremanera saber qué pasa exactamente con nosotros, los hijos adoptivos de Dios, ya sea en esta vida, ya en la vida de la plenitud escatológica. Es lógico, por tanto, reclamar que el mensaje cristológico explicite su carga antropológica en general, y en especial sus implicaciones antropológicas eclesiales.
b) En segundo lugar, la Iglesia, de hecho, se ha preocupado por llevar la luz iluminadora y configuradora de Jesucristo a otras parcelas de la realidad de Dios y de los hombres. Es cierto que la cristología es el único tratado del Nuevo Testamento. Pero también es verdad que, a medida que han ido pasando los siglos, la Iglesia, a partir del fundamento de la fe, Jesucristo, ha ido elaborando los diferentes tratados de teología: Dios Uno y Trino, Eclesiología, Escatología...
2. APLICACIÓN MAXIMALISTA A LA CATEQUESIS. En épocas de crisis religiosa, y la nuestra no tiene parangón, la gente necesita que le den seguridades a la hora de creer. Las autoridades eclesiásticas, fieles a su misión de guías del pueblo de Dios, aportan esa seguridad a los cristianos insistiendo en el carácter revelado de todas y de cada una de las verdades de la doctrina católica: siendo como son verdades reveladas, la autoridad de Dios es, en último término, quien garantiza y asegura a los cristianos en su fe. ¿Cabe un soporte más seguro?8.
Pero el n° 11 de Unitatis redintegratio no se contenta con ver en las verdades reveladas la autoridad soberana de Dios y con fomentar en los fieles una actitud sobre todo fiducial, de ciega confianza en el Dios revelador. El texto conciliar recuerda que existe otra vía de análisis de las verdades cristianas, además de la vía de la autoridad divina: es la vía del análisis cognoscitivo, objetivo, intrínseco del grado de comunicación salvífica de Dios en los diversos artículos o enunciados de la fe, grado que se mide por el nexo particular que las distintas verdades guardan con la comunicación total o autocomunicación de Dios, esto es, con Jesucristo. A tenor de dicho n° 11, es necesario y obligatorio para todo cristiano, y con mayor razón para todo catequista, que se tome en seria consideración la vía cognoscitiva de las diversas verdades o realidades, y que las ordene entre sí y las relativice según su vínculo con Jesucristo, que es la Verdad absoluta y definitiva del Dios salvador.
a) Tratándose de las verdades o realidades de la revelación referentes a la Iglesia, el catequista se esmerará en explicar la excepcional grandeza de dichas verdades o realidades, pero respetando escrupulosamente sus límites. Los cristianos tenemos mucho en común con Jesucristo, pero son mayores las diferencias. No borremos esas diferencias entre Jesucristo y nosotros: los cristianos no somos Hijos unigénitos de Dios Padre, como Jesucristo, ni somos capaces de entregarnos a los demás, como Jesucristo, con el mismo amor del Padre... A veces, sin embargo, se oye hablar de la Iglesia, de los sacramentos, de ciertas normas de conducta... como si fueran realidades absolutas, definitivas, incuestionables.
b) En relación con las verdades o realidades pertenecientes a la revelación del Antiguo Testamento y a la revelación cósmica, los catequistas no suelen caer tan fácilmente en el maximalismo interpretativo como en el caso precedente: salta a la vista el carácter fragmentario y provisional de ambas revelaciones.
c) Donde los catequistas incurren más frecuentemente en el maximalismo es en el modo de tratar las verdades o realidades simbólicas de alcance escatológico. Olvidan que sólo Jesucristo ha resucitado y que, por lo tanto, sólo él vive en plenitud la nueva forma escatológica de ser hombre. ¿Cómo se puede hablar de los fieles difuntos, que aún no han sido resucitados, como si estuvieran ya incorporados a la vida eterna, disfrutando más o menos de la misma felicidad que Jesús resucitado?
Otra infracción grave del maximalismo en catequesis son las afirmaciones que muchos catequistas sostienen acerca de esas imágenes relativas a la perdición irremediable del hombre (infierno, soledad de muerte, rebeldía eterna contra Dios...). Ya se dijo que la religión cristiana sólo considera como absolutamente cierta la salvación definitiva de Cristo y de los suyos.
NOTAS: 1. W. Kasper hace notar que todavía en los concilios de Nicea (325) y de Constantinopla (381) se habla de «nosotros creemos» o «nosotros confesamos», mientras que en el concilio de Calcedonia (451), y posteriormente, se emplea la formulación dogmática de «nosotros enseñamos que se debe confesar» (cf W. KASPER, Introducción a la fe, Sígueme, Salamanca 1976, 116-117). — 2. El mismo Vaticano I tuvo que recordar a los fieles que merecen igual fe divina y católica «aquellas cosas que... son propuestas por la Iglesia para ser creídas... ora por solemne juicio (concilios, encíclicas...), ora por su ordinario y universal magisterio» (DS 1792). — 3. W. KASPER, o.c., 119: «Durante el pasado siglo y en el actual han aparecido más encíclicas sobre cuestiones mariológicas que sobre cristología o sobre ateísmo moderno. Tales perturbaciones del equilibrio son un signo palpable de que el corazón y el aparato circulatorio ya no funcionan bien. Esta insistencia unilateral en la ortodoxia verbal y formal tiene también su culpa de cara a la crisis actual de la fe, a la incapacidad progresiva de la fe para llegar a los hombres contemporáneos». — 4. Este es el preciso y precioso comentario realizado por san Juan de la Cruz a las palabras transcritas de la Carta a los hebreos (Subida del monte Carmelo II, 22, 5): «En lo cual da a entender el Apóstol que Dios ha quedado (ya) como mudo y no tiene más que hablar, porque lo que hablaba antes en partes a los profetas ya lo ha hablado en él todo, dándonos al Todo, que es su Hijo». — 5. Cf J. CHEVALIER-A. GHEERBRANT, Diccionario de los símbolos, Herder, Barcelona 1986, 15-37. — 6. SAN AGUSTÍN, Confesiones I, 1: «Porque nos has hecho para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti». — 7. J. L. Ruiz DE LA PEÑA, La otra dimensión (escatología cristiana), Sal Terrae, Santander 1986, 251-252: «Según la fe cristiana, la historia no tiene dos fines, sino uno: la salvación. Esta es, por consiguiente, el objeto propio de la escatología. Mientras que el triunfo de Cristo y de los suyos es una certeza absoluta, predicable en cuanto tal y, en general, de la historia y de la comunidad humana, la condenación es una posibilidad, factible tan sólo en casos particulares. La concepción simétrica del juicio (tan frecuente en las representaciones plásticas del éschaton y en la predicación), que otorga el mismo peso específico a los enunciados sobre la vida eterna y a los que versan sobre la muerte eterna, desnaturaliza el fondo y la intención de la escatología cristiana». — 8. Pío XI asegura en su encíclica Mortalium animos, de enero de 1928, que todos los enunciados de la fe católica deben ser igualmente creídos por los fieles, puesto que en todos ellos se halla la misma autoridad reveladora de Dios (nonne Deus illas omnes revelavit?), de modo que se ha de profesar con idéntica fe tanto la inmaculada concepción de María como la santísima Trinidad, tanto el magisterio infalible del Papa como la encarnación del Hijo unigénito del Padre.
BIBL.: ANTON B., Hierarchie der Wahrheiten, Salesianum 52 (1990) 857-869; BEINERT W., Jerarquía de verdades, en Diccionario de teología dogmática, Herder, Barcelona 1990, 381-383; CULLMANN O., Unidad en la diversidad a la luz de la «jerarquía de verdades», Dial. Ecum. 24 (1989) 237-247; HENN W., The Hierarchy of Truths Twenty Years Later, TSt 48 (1987) 439-472; HOUTEPEN A., Jerarquía de verdades y ortodoxia, Concilium 23 (1987) 53-68; KASPER W., Introducción a la fe, Sígueme, Salamanca 1976, 109-130; MALVlDO E., ¿Cuál es el corazón del mensaje cristiano?, San Pío X, Madrid 1995.



ITER METODOLOGICO
Camino metodológico catequético para todos los miembros del grupo de dirigentes del catecismo para que logren su comprensión de la Sagrada Escritura es decir de la Revelación de Dios al hombre creado ad casum para comprobar el proceso que se puede pedir a un adulto y poder evaluar y determinar su disposición y su fe desde la Palabra de Dios. Acompañarlos en su proceso.
1.         ETAPA O MOMENTO COGNOSCITIVO
OBSERVACIÓN-CONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN INICIAL
Preguntar a los adultos que saben de la Palabra de Dios, ya sea por medio de cursos, catequesis recibida, o por cualquier medio, que conocimiento cierto, vago o efímero tienen de la palabra de Dios
— Acción inicial (praxis catequética ya existente)
Escoger un manual de creación propia en donde se introduce a los presentes al mundo bíblico de un modo sencillo, sin prisas, pero sin pausas.
— Contexto histórico, cultural, político, social, religioso
Hacerles conocer el mundo bíblico en estos contextos señalados.
— Personas implicadas
El profesor, los alumnos-adultos del curso, los que preparan las clases y el manual
— Relaciones funciones, grupos, comunicación, tensiones
Ponerse de acuerdo con los horarios de las clases, las tareas, las evaluaciones y las asistencias
— Instituciones sociales, políticas, culturales, religiosas
La parroquia, la diócesis, el instituto Clavijero

2.         ETAPA O MOMENTO INTERPRETATIVO
ANÁLISIS—INTERPRETACIÓN—PROBLEMATIZACION DE LA SITUACIÓN
— Análisis—interpretación—problematización del contexto personal y ambiental
Ver con los alumnos de manera personal y grupal sus contextos de donde vienen, de que ambienten provienen
— Análisis—interpretación—problematización de la acción inicial
Ver la parte de estudios y grados académicos y que problemas tendrían para el curso que van a cursar, sus edades y sus expectativas.
3.         ETAPA O MOMENTO PROYECTATIVO ELABORACIÓN DEL PROYECTO Y ORGANIZACIÓN DE LA ACCIÓN CATEQUETICA
— Búsqueda y formulación de los OBJETIVOS DE COMPRENSION
Objetivos de comprensión
          Conocer a grandes rasgos la historia de la Sagrada Escritura en el mundo antiguo y como se fue escribiendo
          Describir la importancia de la Sagrada Escritura en la vida ordinaria de la iglesia y del mundo cristiano
          Sustentar y justificar que la salvación con la Sagrada Escritura
— Elección del MODELO o MÉTODO CATEQUETICO GLOBAL
El método será Constructivo a partir de dos momentos claves del modelo
Las metas de comprensión
          Entender como Dios utiliza la Palabra para comunicarse con nosotros del mismo modo como nosotros lo hacemos en la vida ordinaria.
          conocer la estructura, el orden cronológico y el corpus escrituristico de toda la sagrada escritura
          Conocer los géneros literarios que encontramos en la Sagrada Escritura
Los desempeños de comprensión
          Elaborar un cuadro sinóptico de las partes en las que esta divida la Sagrada Escritura
          Diseñar mapas geográficos del mundo bíblico
          Elaborar un mapa conceptual de la importancia de la Sagrada Escritura en la historia de salvación
          Elaborar un reporte de lectura, síntesis, resumen y un trabajo mayor y menor de la S.E
— Selección y organización de los CONTENIDOS (bíblicos, eclesiales, exponenciales)
          Introducción a la Sagrada Escritura
          Introducción al Antiguo testamento
          Introducción al Nuevo testamento
          Pentateuco
          Libros históricos
          Libros sapienciales
          Profetas

          Evangelios
          Corpus Paulino
          Cartas Pastorales
          Corpus Joanico
          Apocalipsis
— Determinación del «método» o secuencia de INTERVENCIONES OPERATIVAS (o experiencias de aprendizaje)
A partir del diseño de la Comprensión Profunda
          Objetivos de comprensión
          Metas de comprensión
          Desempeños de comprensión
          Evaluación diagnostica
Se procederá a impartir, desarrollar las clases y las experiencias que los alumnos tendrán
— Elección y determinación de ESTRUCTURAS (individuales, grupales, comunitarias), TÉCNICAS, INSTRUMENTOS Y MATERIALES.
Todo será desde el constructivismo
          Elementos y clases previas de introducción
          Clases y contenidos actualizados
          Desempeños y comprobación de conocimientos
— Programación de la PUESTA EN PRACTICA del proyecto
— Determinación, elección y preparación (formación) de los AGENTES y COLABORADORES
— Determinación de los tiempos y modalidades de actuación — Sensibilización del ambiente — Aspectos organizativos y económicos
— Programación de la VERIFICACIÓN o EVALUACIÓN
Evaluación diagnóstica
          De cada sesión hacer un reporte de lectura
          Practicar la evaluación formativa
          Practicar la evaluación sumativa
          Practicar la heteroevaluación la coevaluación objetivamente

Siguiendo estos pasos el alumno y maestro comprobarán en qué lugar del proceso cristiano esta su fe, de que tamaño es su fe y si está buscando en el lugar concreto la fe, si la Sagrada Escritura le sirve y sabe conocerla y utilizarla


Omnipresencia de la información
El cambio que identifica mejor la transformación sustancial de la vida cotidiana se refiere a la omnipresencia de la información como entorno simbólico de socialización La capacidad para usar las tecnologías de la información es cada día más determinante puesto que muchos de los servicios, trabajos e intercambios son y serán cada vez más accesibles solamente a través de la red
La velocidad, cada vez mayor, que define los ciclos de información condiciona la imagen de fragilidad y precariedad de la vida de los seres humanos. Instantaneidad, espectacularización y fragmentación, son los principales sellos de una información estructuralmente incapaz de distinguir la verdad de la mentira (Chomsky, 1995).
¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido entre tal cantidad de información?, es decir, estamos bombardeados de información todo el tiempo, la televisión, la radio, el internet, los dispositivos móviles, pero ¿cuánta de esa información convertimos en conocimiento?, ¿somos capaces de distinguir qué información es verídica y cual careced e rigor científico? ... ¿nuestros alumnos podrán hacerlo?
En dos años se produce más información que en toda la historia anterior de la humanidad. Fontcuberta (2010) señala que “en 2008 se efectuaron más de 31.000 millones de búsquedas al mes en Google; en 2006 esa cifra era solo de 2.700 millones”. El volumen de información que se empezó a contabilizar en kilobytes, en muy pocos años se ha tenido que contabilizar en dimensiones mareantes: -Mega, -Giga, -Tera, -Peta, -Exabyte, -Zettabyte y -Yottabyte.
Robinson (2011) en un alarde de previsión libre llega a afirmar que en algún sentido las computadoras pronto alcanzarán la conciencia, que en 2020 será posible comprar un ordenador personal con el mismo poder de procesamiento que el cerebro humano de un adulto, que la interacción de la genética, la neurociencia y la nanotecnología harán posible enriquecer nuestra inteligencia mezclando físicamente artificios de computación con nuestro cerebro.
Citando a Ray Kurzweil, considera verosímil que en dos décadas los seres humanos recrearemos el diseño computacional del cerebro en avanzados computadores neuronales. Con independencia del grado de cumplimiento de tan arriesgadas profecías, no parece exagerado afirmar que la supervivencia de los individuos, las organizaciones y las naciones, en la era de la información, depende sustancialmente de la adquisición, uso, análisis, creación y comunicación de información.La consecuencia de este ritmo acelerado y exponencial de producción y consumo de información fragmentada y compleja es el volumen inabarcable de la misma que produce en los individuos saturación, desconcierto y paradójicamente desinformación.
En apariencia paradójicos, pero en realidad convergentes: la sobreinformación y la desinformación. Parece claro que el atracón de informaciones fragmentarias produce indigestión y difícilmente provoca conocimiento estructurado y útil

Los medios de comunicación y, en particular, la múltiplemente pantalla, constituyen el esqueleto de la nueva sociedad. Todo lo que tiene alguna relevancia ha de ocurrir en la pantalla, que provoca, con frecuencia, la contemplación pasiva de la mayoría de los ciudadanos, o en las plataformas digitales y en las redes sociales que permiten e inducen la interacción, la expresión personal e incluso la movilización colectiva (Echeverría, 1994; Chomsky y Ramonet, 1995; Brown, 2000).
Es necesario reconocer, por tanto, la extraordinaria potencialidad instructiva e incluso formadora que ofrece la revolución electrónica al permitir la comunicación intercultural y provocar el descentramiento de los individuos y de los grupos sociales de sus propios y limitados contextos. No obstante, al servicio de la economía del mercado, los intercambios de información se rigen por intereses y objetivos bien distintos a los formativos y se convierten en transacciones comerciales, con la finalidad principal de producir beneficio, saturando al consumidor con informaciones seductoras de cuestionable valor formativo y educativo.
Por otra parte, conviene recordar con Alessandro Baricco (2008), que Internet y los motores de búsqueda están produciendo lo que él llama “la mutación cultural” de esta época.
En esta sociedad global, basada en la información fundamentalmente digital, es necesario considerar seriamente el papel de las nuevas herramientas y plataformas por las que transita la información, porque sin duda constituyen el factor central del cambio. ¿Quiere esto decir que la escuela como organización responsable, en la historia reciente de la humanidad, del desarrollo educativo de las nuevas generaciones ha dejado de tener sentido y será pronto sustituida por las redes virtuales?
MartínBarbero, en 2006, y Burbules y Callister en 2001, sugieren reorganizar la enseñanza pensando en los nuevos rasgos de producción de los saberes, como son la hipertextualidad, la interactividad, la conectividad y la colectividad.
Por otro lado, la frontera entre lo escolar y lo no escolar ya no se define por los límites del espacio y el tiempo de la escuela, hay mucho de “no-escuela” en el horario escolar y hay mucho de escuela en el espacio y tiempo posterior al horario escolar. En la interacción del aprendiz con la información y con el conocimiento ya no hay un solo eje de interacción controlado por el profesor, sino una comunicación múltiple, que exige mucha más atención y capacidad de respuesta inmediata a diversos interlocutores (Cuban, 2012; Dussel, 2011).
Es obvio que el sistema educativo ha de preparar a los estudiantes para que manejen y resuelvan situaciones en el futuro, bien distintas, por lo general, a las que rodean el presente
Para afrontar situaciones desconocidas en los ámbitos profesionales, sociales o personales en los contextos abiertos, cambiantes e inciertos, los individuos requieren capacidades de aprendizaje de segundo orden, aprender cómo aprender y cómo autorregular el propio aprendizaje.
Es el momento de redefinir el flujo de información en la escuela. Los docentes debemos darnos cuenta de que no es aconsejable solamente dispensar información a los estudiantes, hay que enseñarles cómo utilizar de forma eficaz la información que rodea y llena sus vidas, cómo acceder a ella y evaluarla de forma crítica, analizarla, organizarla, recrearla y compartirla.
Las exigencias formativas de los ciudadanos contemporáneos son de tal naturaleza que requieren reinventar la escuela para que sea capaz de estimular el desarrollo de los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y emociones que requiere convivir en contextos sociales heterogéneos, cambiantes, inciertos y saturados de información, escenarios caracterizados por la supercomplejidad. ¿Cómo ayudar a que los individuos desarrollen una identidad personal con la suficiente autonomía como para afrontar las exigentes demandas de las sociedades contemporáneas? ¿Cómo contribuir a la compensación de las enormes y crecientes desigualdades de origen que provoca una sociedad en la que las diferencias entre pobres y ricos son cada vez más importantes, y donde los que pierdan el veloz tren de la información quedarán excluidos de las interacciones más relevantes?

el problema no es ya la cantidad de información que los niños y jóvenes reciben, sino la calidad de la misma: la capacidad para entenderla, procesarla, seleccionarla organizarla y transformarla en conocimiento; así como la capacidad de aplicarla a las diferentes situaciones y contextos en virtud de los valores e intenciones de los propios proyectos personales o sociales.
Dede (2007) defiende con pasión que se requieren nuevas formas de aprendizaje interactivo, personalizado, colaborativo, creativo e innovador para mantener implicados de forma activa y satisfactoria a los sujetos de esta generación.
En consecuencia, la educación no puede seguir orientándose por más tiempo a la transmisión, y aprendizaje de piezas y fragmentos discretos y aislados de información, memorizada y acumulada en almacenes estables de información para ser utilizada cuando se necesite (modelo de pedagogía bancaria criticado por Freiré, o pedagogía del camello, ironizado por Merieu), sino en el desarrollo en cada individuo de conceptos básicos y fundamentales para aprender a pensar y aprender de modo disciplinado, práctico, crítico y creativo, de modo que pueda utilizarse el conocimiento y los métodos de comprensión en nuevas situaciones que aparecen en el mundo de la información cambiante (Darling-Hammond, 2010).
En el mismo sentido se pronuncian Elmore y City (2011) cuando proponen un tercer escenario para el desarrollo satisfactorio de la escuela en la era digital, denominado “aprendizaje de código abierto”. Este escenario sitúa la escuela en un territorio abierto, compitiendo con otros servicios e instituciones por el interés de los aprendices y familias, sin el rol determinante en la definición de lo que constituye el aprendizaje y el conocimiento válidos, ni tampoco en la definición del ritmo, secuencia y estructura de programas de estudios cerrados




sábado, 22 de febrero de 2020

teología es una ciencia


La Teología es una ciencia
(2 Pe. 1, 5).
(1 Cor. 2, 6).
Las verdades de la Teología
. (2 Pe. 1, 19).
2 Pe. 1, 21)
La Teología es más perfecta, más sublime y más útil que
(Si. 20, 21).
Es más sublime.
(Sab. 7, 14).
Es más útil.
(Sab. 6, 21).
La Teología es más excelente que todas las demás ciencias humanas
(1 Cor. 2, 6).
Necesaria a la Iglesia.
 (Tit. 1, 7-9). 
b) -Necesaria a cada uno.
(Ef. 4, 14).
La Teología es y se llama «verdadera sabiduría».
 - (1 Cor. 2, 6-8).
  (Ef. 3, 10).
la religión cristiana
La fundación de la Religión verdadera fue profetizada en el Antiguo Testamento.
  (Is. 2, 2-3).
 La Religión verdadera no puede ser más que una.
 (Mc. 16, 16).
Los criterios internos de la revelación no manifiestan la verdad revelada, a no ser que coincidan con otros criterios externos
 (Jn. 5, 36).

 (Jn. 10, 25).

El origen divino de la religión cristiana se demuestra porque Él no fue engañado ni pudo engañar.
 a) -No fue engañado.

 (Jn. 13, 5).
 (Lc. 2, 47).
  (Lc. 4, 22).
  (Lc. 20, 39-40).
  (Jn. 7, 46).
 b) -No engañó a otros.

mostró integridad en su conducta.
 Jn. 8, 46). Se mostró modelo de virtud.
 (Jn. 2, 17).
  (Jn. 8, 49).
  (Jn. 8, 29).
Fue humilde (Jn. 8, 50).

No dejó que lo alabaran…… (Mc. 7, 36).
Despreció honras y honores. …. (Mt. 4, 9).  (Mt. 4, 9-10).

 Llevó vida pobre (Mt. 8, 20).

Despreció la dignidad real(Jn. 6, 15).

Llevó su cruz. .. (Hebr. 12, 2).

Hizo bien a todos…..(Hch. 10, 38).

Curó a los enfermos………  (Mc. 7, 37).

Consoló a los tristes (Lc. 6, 13).

Perdonó a los que le torturaron…… (Lc. 23, 34).

No huyó de Judas…(Mt. 26, 49). 


jueves, 13 de febrero de 2020

OBJETIVOS DEL CURSO

1.- APRENDER DE LOS TECNICOS EN DOCENCIA  DIGITAL LAS COMPETENCIAS NECESARIAS PARA LLEGARA ALA AUTONOMIA DEL USO DE LAS HERRMIENTAS DEL USO DE LA WEB 2.0
2. LOGRAR EL DESARROLLO PROFESIONAL EN EL USO DE LAS HERRAMIENTAS DE LA WEB  2.0 EN MI AMBITO EDUCATIVO
3. FORTALECER LA PASTORAL EDUCATIVA  CON EL USO DE LAS HERRAMIENTAS DE LA WEB 2.0

martes, 14 de enero de 2020


De la crisis antropológica a la crisis educativa y afectiva en el mundo hoy pasando por la crisis teológica, mística y solidaria: GLOBALIZACION
Introducción
El cambio de época al que asistimos varios autores lo han marcado (Raymond Williams, Morin, Savater) como una consecuencia de la mutación normal de los mismos sistemas políticos, económicos, religiosos que el ser humano tiene en su modo de hacer cultura.
Me daré a la tarea de ir investigando y produciendo algo para ver esta mutación y cambio antropológico, educativo, afectivo que va teniendo la sociedad y la humanidad. Pues al ser una consecuencia de la globalización se concluye en determinados lugares como glocalización, pues cada uno a su modo aplica sus paradigmas según quiere y según puede.
En este movimiento que la cultura tiene nos encontramos con la institución Iglesia y la Escuela y en concreto la universidad. Una que es la iglesia marca, que este cambio se llama emergencia educativa-afectiva, pues lo que decimos de la cultura la decimos de la escuela que en primer lugar es la familia. Quien educa verdaderamente es la familia en su ambiente en su diario vivir. Por eso la emergencia educativa aparece pues es algo que se nota al tener el grave problema de “transmitir los valores trascendentes y las formas de vivir mas disciplinadas a las nuevas generaciones”
La otra institución que esta entra en escena es la Universidad Católica que tradicionalmente forma a los investigadores y a los académicos que alimentan la cultura de la sociedad, pero vemos que la incluso la Universidad Católica se pierde en las mismas mutaciones de la sociedad al tomar una sola ruta: la tecnológica y descuida la formación integral de la persona y de la sociedad. se necesita a la Universidad como un lugar propio de areópago universal en donde se toquen todos los temas y donde se investigue en general el acontecer humano integral.   
Haremos un recorrido interesante poco a poco viendo como la globalización en un primer postulado es causa eficiente de los males de la sociedad, pero sobre todo causa eficaz de división. En las primeras partes se analizará la realidad de la globalización, en la segunda parte la doctrina de la iglesia y los teóricos que ajustan sus términos alas emergencia que está padeciendo la sociedad
En el tercer apartado se intentará hacer un instrumento y se aplicará someramente a una población escogida para determinar que está entendiendo y viviendo la sociedad ante la presencia de la globalización y de las manifestaciones de esta, en las emergencias.

Estado del arte de la cuestión
En este apartado señalare que los teóricos, que en nuestro caso es la universidad, los antropólogos y sociólogos y la iglesia señalan un movimiento al interno del hombre que se llama cambio de época y época de cambios. En algunos sectores sufrimos las consecuencias de este cambio, pero no nos preguntamos cal es el origen y sus causas, por tanto, leamos: Por eso señalo:
Al ser un fenómeno sociológico, antropológico, religioso, económico, son distintos los autores e instituciones las que lo abordan. Julio Aróstegui Sánchez en su obra La contemporaneidad, época y categoría histórica dice
La contemporaneidad es un concepto puesto en circulación con las revoluciones liberales en el tránsito de los siglos xviii a xix. (Aróstegui Sánchez, 2006)
Por otro lado nos dice Angel Astorgano SDB
“Hablamos de la escuela católica. La escuela católica que ha recorrido las pasadas décadas trabajando por superar numerosas dificultades internas y externas. (Astorgano,2012)
La realidad humana está en movimiento, y lo está de forma acelerada; en el clima cultural de nuestro tiempo se están produciendo cambios radicales, que hacen pensar en el comienzo de una nueva época histórica de carácter planetario. Muchas costumbres y maneras de vivir han cambiado. Todos estos cambios se han producido, se están produciendo, de una manera heterogénea y especialmente rápida y acelerada, haciéndose sentir, a veces, de forma compulsiva. El cambio de época que estamos viviendo nos lleva hacia metas culturales y educativas que debemos preparar. En este clima de cambio, en el reciente pasado, los defectos y carencias de la actividad educativa en la escuela católica provocaron en los educadores un justificado afán de búsqueda de nuevas modalidades de presencia apostólica, que de hecho llevaron con frecuencia a descuidar o reducir el papel educador de una escuela católica renovada. Se vio a pastores totalmente faltos de sensibilidad al respecto, a pesar de las orientaciones explícitas del Magisterio, y hubo incluso algunos institutos de vida consagrada que abandonaron sus obras escolares, como si se tratara de un residuo de épocas superadas.
Han pasado los años, y ha aparecido una crítica cada vez más clara a esas actitudes. Hoy sabemos que la nueva evangelización es, por sí misma, inseparable de la promoción humana y de la cultura cristiana, pues ambos aspectos -promoción y cultura- son una importantísima dimensión de la misma. Para evangelizar a la juventud, que vive en edad evolutiva, hay que saber actuar dentro de su crecimiento humano y de su maduración cultural. Cabe pensar que ha llegado la hora de un nuevo trabajo de inculturación del Evangelio” (Juvenil, 2012)
También la columnista Carolina Garcia afirma”
Sin embargo, como lo especifica Lange (2003), las investigaciones actuales indican que la globalización no deja de ser polisémica y que “las distintas definiciones que se han dado de ella no parecen ni establecidas, ni consensuales” (p. 1). Por lo tanto es necesario analizar cómo se traduce la globalización en contextos nacionales particulares; con qué se queda, y de qué manera, cada país.
Desde 1950, en contra de lo que preveía Illich (1970), constatamos una expansión mundial de la escolarización. Según Schriewer (2004), esta propagación del modelo mundialmente aceptado de educación escolar está en el origen de dos tendencias mayores” («La Influencia de la Globalización en la Educación», 2016)

Por otro lado también Martha Garcia Lastra afirma que
“Vivimos en una sociedad donde el ritmo del cambio social se presenta más rápido e intenso que en cualquier otro momento de nuestra historia; según Fernández Enguita (2001),
es la sociedad del “cambio intrageneracional”1 que nos hace ser testigos, y protagonistas de un mundo que cambia de manera continua durante nuestra vida y que nos obliga a adaptarnos a multitud de situaciones a lo largo de ésta. Es, en palabras de Giddens (2005), un “mundo desbocado”, en el que la incertidumbre hacia el futuro condiciona el presente —la “sociedad del riesgo”, según Beck (1998)— y donde las profundas transformaciones y cambios vertiginosos dan lugar a una sociedad en la cual todo fluye, donde Heráclito ha sustituido a Parménides para dar lugar a lo que Bauman (2006) ha bautizado como “modernidad líquida”.
También los obispos mexicanos opinan:
“Los obispos de México hemos publicado unas reflexiones y orientaciones sobre la educación en México “Educar para una nueva sociedad”. Es una invitación “a todos a participar con la mayor seriedad y prontitud en la respuesta a este gran desafío que a nivel mundial se reconoce como una emergencia educativa” (Cfr. p. 9).

Ya en otras ocasiones hemos hablado sobre la “emergencia educativa”.
La Iglesia, “describe el tema de la emergencia educativa y las consecuencias de transmitir la fe y los valores a las nuevas generaciones; transmisión que en sociedades tradicionales como la nuestra, se daba por un hecho y que no se está produciendo: …ya no somos capaces de ofrecer a los jóvenes, a las nuevas generaciones, lo que es nuestro deber transmitirles.( cfr pag 10)
 Ellos dicen que están en deuda en relación a ellos también en lo que respecta a aquellos verdaderos valores que dan fundamento a la vida. Así termina descuidado y olvidado el objetivo esencial de la educación, que es la formación de la persona, para hacerla capaz de vivir en plenitud y de dar contribución al bien de la comunidad.
Vivimos un cambio de época y tiene un impacto a nivel global en todos los órdenes: tecnológicos, sociales, políticos, éticos, científicos, religiosos, ideológicos económicos, culturales, educativos, y modifica valores y comportamientos en todo el planeta, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos. Se dilata de manera exponencial a través del desarrollo de las tecnologías y los medios de comunicación, como es el internet. Si tomáramos altura los árboles no nos ocultarían el bosque y nos daríamos cuenta de que lo que estamos viviendo no es una suma de cambios sino un auténtico cambio de época, cambio de cultura, de especie.
El nivel más profundo del cambio de época es el cultural. La cultura, por naturaleza se comunica, se crea y se recrea a través de la educación. Hoy debemos preguntarnos acerca de estos cambios culturales profundos que vive México. Vivimos un período acelerado de cambios” (Redacción, 2012)

Justificación de la investigación
Por lo pronto quiero afirmar para que serviría este estudio: dar respuesta a las instituciones y en todo caso orientar su caminar , y yo tener ideas claras de lo que está pasando y si soy  teórico de la educación,  puedo señalar algunas pistas de solución válidas y creíbles ante tanto lamento. El motivo del presente ensayo de las notas presentadas y de la experiencia personal es el siguiente:
El movimiento se hace de estas emergencias desde la antropología hasta la espiritualidad. comenzamos señalando la primera emergencia que es la emergencia antropológica: que la descubrimos al ver el daño que el ser humano da y recibe de sus semejantes, a veces podemos pensar que algo sucedió o algo se gestó dentro del hombre como para ver en el otro un enemigo, un peligro e incluso un lobo feroz.
Nos interesa más lo externo y no lo que le hace ser humano al humano, lo superfluo lo exterior ocupa más la atención de la moda o de la tecnología. esta emergencia antropológica sigue creciendo de tal mod que hace surgir otra emergencia: la emergencia educativa que la vemos en la imposibilidad de las nuevas generaciones para transmitir los contenidos de las verdades trascendentes y maravillosas como son los valores, las virtudes, la familia, el matrimonio, la educación de calidad y sobre todo la educación en verdades trascendentes como lo pedían los grandes educadores de la educación como puede san juan Bautista de Lasalle o san Juan Bosco o Juan Pablo II.        Esta emergencia educativa que aparece por primera vez en labios del papa Benedicto XVI, tiene sus grandes aliados como son la tecnología al servicio del poder y sobre todo tiene sus aliados mayores en el Internet y en las paginas de alta demanda de desinformación y que quitan e tiempo en todo momento.
La otra emergencia que se asoma es la emergencia afectiva que se muestra en el gran desamor que descubrimos en los adultos y en las personas en general a propósito de su profesión o elección de vida o estado de vida, al final dicen, me equivoque de profesión, ya no amo esto, ya no siento la misma pasión de ayer por esto.
En el fondo hay un descubrimiento de una vacío que nada puede llenar o que nada puede satisfacer, pues la decisión o estuvo acompañada de alguien, de alguna sugerencia o de un momento de reflexión. fue una decisión orillada por una situación familiar o una frustración en los planes o una pelea con los padres o simplemente porque no se maduró en la vida, tenemos personas biológicamente crecidas pero psicológicamente no maduras, ante que hacer, pues queridos alumnos, quiero pedirles que vayan afiando sus criterios, sus relaciones amorosas con su familia, con sus amigos, con su pasado y no echarle la culpa a nadie de sus decisiones, más bien hoy más que nunca dejarse acompañar por una persona sabia, por una buena institución y sobre todo por las personas sabias y más grandes que habitan en nuestra sociedad y en nuestras instituciones como son la iglesia, la escuela, los mismos amigos de calidad que tenemos, basta que abramos nuestros ojos y horizontes de búsqueda  y de humildad.
La otra emergencia que aparece es la emergencia teológica, que todavía es más triste, pues es el Otro con mayúscula de quien se trata. ¿cómo vemos esta emergencia? ¿Cómo la descubrimos? se nota en el nacimiento de muchas prácticas religiosas y de charlatanes que nos llevan a donde ellos quieren por esos vacíos de educación, de amor de familia y del mismo Dios que tenemos hoy.
Esta emergencia se manifiesta también en a división de las mismas iglesias y sus fieles, en la pérdida de valores y de las virtudes humanas. y sobre todo peleándose o disgustándose con Dios por los desórdenes que en la sociedad encontramos, pues alguien tiene que ser el culpable. La falta de instrucción en la mayoría de la feligresía católica nos hace representarnos a un Dios con distintas caras, facetas o revanchas que la verdad no tiene nada que ver el Dios de Jesucristo.
Por ultimo aparece esta emergencia que nos ocupa que es la emergencia mística: que tiene que ver con quitarnos de la mente que es el hombre el que decide seguir a Jesús el señor, y no llegamos a acordarnos que es Él el que nos escoge, es él quien nos lleva por caminos de amor, de santidad, de luz.
Objetivo general del trabajo
Describir los efectos de la globalización en la educación, en el corazón del hombre y en su práctica religiosa y señalar unas pistas de solución desde un modelo de pensamiento crítico y constructivo
Objetivos específicos
·       Describir la situación de la emergencia educativa en las instituciones como la familia, la iglesia, la escuela para intentar dar unas pistas de solución
·       Proponer un camino a recorrer por parte de los educadores para enfrentar estas emergencias
·       Establecer unas conclusiones humildes para actuar en solidaridad y sinergia ante las emergencias.

En la mentalidad de los analistas la idea general de la que acontece en el mundo es el cambio de época que se ubica en el ser humano por sus prácticas, por sus complejos pensamientos y sobre todo  ante la llegada de la información  masiva y de la tecnología y sobre todo por la globalización al poner al centro de la acción la economía.
En la mentalidad de Blanca Navarro encontramos que
El Capitalismo es la base fundamental de la globalización, todos hemos interiorizado el hecho de ser consumistas como algo natural. Todos consumimos sin control cosas innecesarias y no nos damos ni cuenta. Por tanto, esto es algo muy difícil de cambiar, como educadores debemos orientar la educación de las próximas generaciones en otros valores a los existentes actualmente, pero el consumismo va a ser el más difícil de extinguir (globeduc/globalización)
Querer encontrar a un culpable nos llevaría a perder tiempo y a encontrar mil personas, creo más bien, se debe plantear la cuestión del siguiente modo: “que tanto cuanto” somos responsables todos de estar más atentos a lo que está sucediendo en las instituciones encargadas de formar formadores
Al señalar la mentalidad de Blanca Navarro, uno de los ejes muy importantes de toda esta realidad analizada es el capitalismo con su hija la Globalización, que se ha encargado de desestabilizar casi la mayor parte de la realidad, pes todo gira en torno al dinero.
Los prelados mexicanos presentan con franqueza cuál es la difícil situación de la educación en el país, particularmente agravada por el entorno fragmentado de la cultura postmoderna, en la que se privilegia de manera unilateral alguna perspectiva ya sea económica, política o científica y se reduce la naturaleza humana al dato puramente biológico, socioeconómico o sentimental. (Consejo de la Familia)
Esta realidad sistémica y soto sistémica por así decirlo tiene un gran alimentador que es la globalización, pues toda gira en torno a la economía llegando hoy incluso a vender el conocimiento, y en todo caso lo que se conoce es comprado y puesto en duda por los bajos desempeños de los profesionistas. Por otro lado, los prelados siguen opinando que:
Todo esto constituye el contexto de “emergencia educativa” del país, en el que se debe afrontar los   siguientes desafíos: el de la desigualdad social, dado que la sociedad mexicana es una de las más inequitativas del mundo (con el 10% de la población en condiciones de pobreza extrema); del desempleo y la violencia; de la situación de los jóvenes reducidos al sector informal a causa de la deserción escolar, de la desintegración familiar y de la alar-mante migración. (Consejo De la familia)
Esta situación real, de un reduccionismo antropológico, en torno a pensar, actuar y decidir que lo más importante es la producción en serie de objetos materiales crea estas necesidades por parte de las personas, al tener en mente y cuerpo la consigna de producir para hacer, para valer y para aparecer en todo caso, y no, la cuestión más bien que yo planteo recuperar el ser de la persona y en todo caso también el saber convivir sin dobles intenciones, en el discurso de Jack Delors (1998) nos narra la necesidad de recuperar estos últimos pilares de la educación.
Esta realidad humana de las instituciones también la podemos unir la presencia de la tecnología de la información, y descubrimos que es atrayente y hasta excitante el cómo hoy las nuevas generaciones están siendo abordadas por todo este fenómeno mundial de la la globalización en las tecnologías. («The Top 6 Technology Innovations for Education», 2017)
la población mundial vista en etapas de los años 90s hacia atrás o hacia adelante se ha catalogado como inmigrantes digitales (nacidos antes de los 90s) o nativos digitales (nacidos después de los 90s) (Prensky, 2015)

Al hacer referencia a Prensky (2015) señalo que la población mundial está en cierta desventaja ante el nuevo lenguaje que se está utilizando y eso crea también un cierto reduccionismo, pues, solo unos tendrán la posibilidad de enfrentar este milenio y sobre todo estas emergencias, en la educación, en la solidaridad y en la afectivo.
Las herramientas actuales digitales crean un ambiente agradable, llenan de información, pero a veces nos es real, solo es virtual, y no comprobable, faltaría el conocimiento, y después de este conocimiento nos faltaría la sabiduría que viene de la reflexión y de la abstracción y el discernimiento.
Al empezar a proponer el camino a seguir al humanizar la educación para enfrentar la globalización desde un punto de vista creativo el prelado mexicano aconseja ante todo “recuperar la centralidad de la persona” (Educar para una nueva sociedad, 2002)
Vivimos un cambio de época y tiene un impacto a nivel global en todos los órdenes: tecnológicos, sociales, políticos, éticos, científicos, religiosos, ideológicos económicos, culturales, educativos, y modifica valores y comportamientos en todo el planeta, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos. (Redacción, 2012)
El Santo Padre explicó que “frente a un individualismo invasor que hace humanamente pobres y culturalmente estériles, es necesario humanizar la educación”. Por ello, “la universidad y la escuela tienen sentido pleno solo en relación a la formación de la persona”.(«3 claves esenciales para la educación explicadas por el Papa Francisco», s. f.)
“Las instituciones educativas tienen la misión de ofrecer horizontes abiertos a la trascendencia” y la educación debe estar “al servicio de un humanismo integral”. La Iglesia, dijo el Papa, “como una madre educadora mira siempre a las nuevas generaciones en la perspectiva de la formación de la persona humana tanto desde el punto de vista de su fin último como desde el bien de las sociedades de cuyo miembro es el hombre”.(«3 claves esenciales para la educación explicadas por el Papa Francisco», s. f.)
Otra herramienta que se señala es la cultura del dialogo:
“Nuestro mundo se ha convertido en una aldea global con múltiples procesos de interacción, donde cada persona pertenece a la humanidad y comparte la esperanza de un futuro mejor con toda la familia de pueblos”, afirmó Francisco.
El Pontífice, al mismo tiempo, lamentó que “tenemos muchas formas de violencia, de pobreza, de sufrimiento, de discriminación, de marginación y de acciones restrictivas de las libertades fundamentales, se crea así una cultura del descarte”.
En este contexto, afirma, “las instituciones educativas católicas están llamadas a situarse a la vanguardia para practicar la gramática del diálogo que forma el encuentro y la revalorización de la diversidad cultural y religiosa”. («3 claves esenciales para la educación explicadas por el Papa Francisco», s. f.)

Además y como una actitud permanente de la humanidad se puede y debe proponer sembrar la esperanza ante tantas incertidumbres: “El hombre no puede vivir sin esperanza”,
aseguró el Obispo de Roma.
“La educación es generadora de esperanza. De hecho, la educación es un dar a luz, es un hacer crecer, si se sitúa en la dinámica del dar la vida. Y la vida que nace es la fuente más fecunda de la que brota la esperanza, una vida siempre en búsqueda de la belleza, de la bondad, de la verdad y de la comunión con los demás para un crecimiento común”.
El Papa se mostró convencido de que “los jóvenes de hoy tiene, sobre todo, necesidad de esta vida que construye el futuro. Por lo tanto, el verdadero educador es como un padre y una madre que transmiten una vida capaz de un futuro”.
Para lograrlo, el Pontífice sugiere “escuchar a los jóvenes”, y aseguró que la Iglesia lo hará de forma particular “con el próximo Sínodo de los Obispos dedicado a ellos”.(«3 claves esenciales para la educación explicadas por el Papa Francisco», s. f.)
No todo es malo, solo es cuestión de saber hacer la intervención educativa a tiempo, pues esto sigue avanzando y al caer en extremos de como analizar, criticar, o solucionar lo que sucede, caemos en reduccionismos, relativismos o pragmatismos.
Si somos inclusivos y actuamos en sinergia se logrará mucho más y seremos menos complejos.

Instrumento de verificación ante la presencia del Fenómeno llamado EMERGENCIA: educativa, afectiva y solidaria como resultado de la presencia de la globalización en las instituciones como escuela, sociedad e iglesia
No
Emergencia educativa
Si- no
Porque
1
¿Educación es saber contenidos?


2
¿educación es tener modales?


3
¿educación es saber y tener trabajo?


4
¿educación es estudiar en buen colegio?


5
Ser educado es ser mejor persona


6
Ser educado es ser solidario


7
Ser educado es recordar los contenidos académicos del profesor?



Emergencia afectiva


1
Amar es querer


2
amar es perdonar


3
Amar es producto de la educación


4
Amar es permanecer en su estado de vida adquirido


5
Amar es estar bien integrado



Emergencia solidaria


1
Ser solidario es estar bien educado


2
Ser solidario es ser una buena persona


3
Ser solidario es saber amar al otro


4
Ser solidario es cuestión de religión


5
Ser solidario es cuestión de edad





La importancia de aplicar el instrumento en distintos sectores y ambientes como puede ser la calle, la escuela, la iglesia, la universidad, resulta de descubrir en el imaginario de la gente que concluyen ante conceptos como amor, educación, solidaridad que en el interés del investigador es clave el modo de concluir y vivenciar la educación, amor y solidaridad en el ser humano de hoy.

CONCLUSION
De lo antropológico, pasando por lo educativo, deteniéndonos en lo afectivo y contemplando a Dios en el hombre busquemos dentro de nosotros al místico que Dios ha desarrollado en el tiempo, pues todos tenemos algo escondido como un tesoro y como ríos de agua viva que no hemos querido o podido sacar.
Estamos planeando desde el escritorio, mayormente los análisis los hacen los teóricos desde el escritorio y los planes de intervención nada tienen que ver con la realidad.  Siento personalmente que lo educativo, teológico y afectivo me interpela a nivel personal a revisar mi educación y hábitos de disciplina mental, la emergencia afectiva a revisar lo que digo amar y como soy fiel. Y lo teológico, ver qué tipo de Dios tengo y que imagen tengo de él. 
Me interpela también a revisar mis ambientes académicos que yo origino, gestiono y cuido. y sobre todo revisar si amo ese ambiente y si en el está el Dios de Jesucristo
También me interpela a ver que tengo que hacer de ahora en adelante en la educación de mis alumnos, en mis relaciones afectivas y mis ambientes y sobre todo ver hasta qué punto formo comunidades cristianas y no relativas o liquidas sin fundamento de Cristo y el amor.
La presencia de lo digital es una maravilla que tiene que ser controlada por la mente humana y no al revés, pero direccionada por el corazón.





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